5 hoteles para enamorarte de San Andrés

Esta lujosa casa está completamente equipada, incluyendo pileta privada, jacuzzi, barbacoa y hasta gimnasio para ese par de atletas que tienes en tu grupo de amigos o tu familia. En este pedacito de paraíso tenés una vista permanente digna de postal, con una conexión directa al mar donde podés realizar diferentes actividades acuáticas que el mismo personal te ayuda a planear, al igual que diferentes temas logísticos como reservas de restaurantes o paseos en lancha.

Sin embargo, si tu plan es llegar a la casa y no tener que salir tanto para poder descansar y desconectarte de la rutina, la estancia incluye un cocinero bárbaro para que probés los más exquisitos platos del Caribe colombiano.

La ubicación es ideal para aquellos que quieran estar un poco más alejados de las multitudes y el ajetreo del centro de la isla. La playa de piedra frente a la casa es perfecta para hacer un poco de snorkel, usar los kayaks que ofrece la villa y simplemente alejar tu mente de estrés mientras mirás a un mar de mil colores junto a los que más querés.

Frente al famosísimo Johnny Cay y a muy pocos minutos del aeropuerto Gustavo Rojas Pinilla, se encuentra este hotel que cumple con todo lo que buscás para pasar unas vacaciones caribeñas inolvidables sin endeudarte en casa. En este lugar tenés la posibilidad de adquirir el plan todo incluido si así lo querés, para que al llegar sólo tengás que dejar tus valijas y echarte al sol a descansar.

Ubicado en el centro de la ciudad, estás a pasos de deliciosos restaurantes y lugares de shopping (no olvidés que acá lo conseguís todo más barato por los impuestos) y no dejás de estar a metros de la preciosa bahía de Spratt Bigh. Desde acá podés conseguir diferentes planes vacacionales para que conozcás los sitios más emblemáticos, como conocer la mítica Cueva del pirata Morgan.

No lo pensés más y anímate a tener una habitación con vista al mar para despertarte frente a un increíble azul todos los días de tu estadía.

Lo mejor de los dos mundos lo tenés acá. Su envidada ubicación te ofrece vistas inolvidables a pocos metros del centro para variar un poco tus días en la isla. Su atento personal, además, te ayudará a guiarte para que podás organizar tu plan al Hoyo Soplador y tomarte las mejores fotos con tu familia.

Los cuatro restaurantes del hotel han sido muy destacados por los huéspedes, sobretodo su desayuno buffet y no olvidés aprovechar de un excelente bar en la pileta para que te tomés una piña colada y descansés todo lo que necesitás.

Si viajás con tu familia, podés tomar la cabaña que tiene una capacidad para un grupo de seis personas y una terraza externa privada con vista al precioso mar de San Andrés.

¡Llevate a los tuyos a vivir esta experiencia y descansar como te lo merecés!

Este hotel boutique cuenta con 6 habitaciones con una preciosa decoración y balcones que te permitirán vivir atardeceres inolvidables en San Andrés junto a tu pareja. Si querés, podés tener una habitación con tu propio jacuzzi y hacer de tu viaje algo aún más especial.

El restaurante del hotel te ofrece una deliciosa carta de gastronomía caribeña, y el personal del hotel te ayudará a resolver cualquier duda y asesorarte en tus planes turísticos y deportes acuáticos, ya que San Andrés es el mejor lugar para irte de la mano con esa persona y ver los corales más coloridos que jamás hayas visto.

Psst…otro tip. Además del restaurante del hotel, si querés un sitio precioso para cenar con tu pareja, podés visitar La Regatta y dejarte maravillar por su preciosa decoración y exquisita carta caribeña.

La tranquilidad y simplicidad de este sitio lo han convertido en uno de los hoteles más conocidos y clásicos de la isla. Como dicen los colombianos “acá vas a la fija, no hay pierde”. Perteneciente a la gran cadena Decameron, este en especial resulta ser el más pequeño de los tres que hay en la isla.

A pocos metros de la zona rosa y de las mejores playas de San Andrés, no tenés nunca la posibilidad de aburrirte. ¿Querés ciudad? Andá a caminar y a comprar en la mítica Path Way para comprar todos los regalos para tu gente (y tal vez una que otra cosa para vos aprovechando los precios bárbaros de la isla).

Todas las habitaciones tienen vista al mar y el hotel en sí también tiene acceso directo a este. Podés disfrutar del restaurante con la misma vista y la espectacular brisa propia de este paraíso caribeño.